5 Razones Por Las Cuales Los Niños No Pueden Parar De Hablar Sobre Los Campamentos

Levanta tu mano si esto te ha sucedido este año—de la misma manera en que sucede cada año. Justo cuando pensabas que finalmente—FINALMENTE—habías escuchado la última de las historias del campamento, llegó. Tal vez fue el video del campamento, el boletín del campamento…hasta una invitación a una reunión del campamento. Lo que fuese, se trata del campamento, recordándote que nos encontramos a mitad de camino a otro verano y ahora estás escuchando esa historia de esquí acuático o de béisbol por, ¡oh!, alrededor de la  27º vez. Y levanta tu mano si alguna vez te encontraste preguntándote cómo unas pocas semanas en el verano pueden tener tal impacto profundo en tus niños que todavía se encuentran hablando de ello en pleno invierno como si fuera un par de semanas atrás. Pero no es que no te importe. Estás muy feliz de haber hecho esa inversión en el campamento de verano y de que haya sido muy buena. Pero todavía te haces algunas preguntas. Bueno, aquí consideraremos algunas cuestiones.

1.) En el campamento de verano, los campistas van a pasar todo el día, todos los días con sus amigos. Antes de que argumentes de que ellos hacen

lo mismo en la escuela, considera lo siguiente: en el campamento de verano, los campistas no sólo pasan todo el día con sus amigos, sino que también tienen la oportunidad de interactuar con ellos. Si  lo piensas, la interacción con amigos en la escuela está limitada principalmente a conversaciones en el corredor entre el horario de clases, recesos (para niños más chicos) y durante el almuerzo. Seguro, también pueden apropiarse de unos pocos intercambios durante la clase con el riesgo de castigo pero en la mayor parte, hablando mientras los maestro presentan las lecciones (lo cual forman la mayor parte del día escolar) no se recomienda generalmente. En contraste, el campamento de verano es más como una fiesta de pijamas que dura varias semanas y  todos los días los campistas pueden hacer algo especial con sus amigos. ¡Siempre algo se marca en el  divertómetro!

2.) los niños pueden ser ellos mismos en el campamento. No se trata de que en el campamento de verano no haya reglas para seguir. Pero las reglas tienden a ser aquellas que promueven el sentirse a gusto. Ellas son bastante más relajadas que aquellas impuestas en la escuela y aún aquellas que pertenecen a conductas apropiadas en situaciones sociales son de algún modo laxas en comparación con aquellas que ellos tienen que seguir los otros diez meses del año. En la mayoría de los restoranes, sus patrones, probablemente no les divierta mucho la idea de que los niños comiencen a cantar o a dar señales de euforia en medio de la comida, por ejemplo. Sin embargo, la mayoría de los campamentos lo aleccionan.

3.) A los niños les encanta ser independientes en el campamento de verano. No significa que tus niños no te amen y te adoren pero también les gusta hacer cosas por su cuenta. Los niños se sienten orgullosos cuando logran algo por su cuenta por primera vez en el campamento (con el apoyo de sus compañeros de campamento, consejeros y un anfitrión del personal de otro campamento también, por supuesto… pero en sus mentes, fueron ellos y eso está bien). Les da un sentido de orgullo saber que no necesitan depender de Mamá y  Papá para hacer todo.

4.) El campamento es un ambiente juvenil. El campamento es un ambiente dedicado a la juventud. Aún los miembros del personal son jóvenes de corazón, si bien esto no suena como algo muy importante, piensa sobre el mundo “real” desde la perspectiva de un niño. Es básicamente un lugar donde están constantemente vigilados por adultos y donde se les recuerda  todas las cosas que no pueden hacer hasta que sean adultos. En vez de eso, el campamento es un lugar donde se trata de agradar a los niños y donde  constantemente se les recuerda por qué es tan dulce ser un niño.

5.) Los niños aprecian el transcurso del tiempo de manera diferente que en un campamento de verano ¡En verdad lo hacen! Cuando el año escolar comienza, de igual manera, los niños miden los “meses que faltan” como una cuenta regresiva.

Es una cuenta regresiva que se mueve muy lento en la cual los niños se consideran en el extremo posterior. Todavía hay tiempo, siempre. Cuando el campamento deverano comienza, la cuenta regresiva también lo hace. Pero esta cuenta regresiva se mide en  “semanas que ya han transcurrido”. Los niños se colocan a si mismos  en la delantera de la cuenta regresiva del campamento. En otras palabras, saben que su momento en el campamento de verano es limitado. Desde el momento en que llegan, se mentalizan para hacer que cada minuto cuenten, lo cual aumenta la intensidad de la experiencia. A eso se debe el porqué aquello aparentemente mundano de “Es una cosa de campamento” o las historias “Tenías que haber estado ahí” que escuchas una y otra vez y que son tan apreciadas por tus niños. En verdad fueron experimentadas de manera tan vívida en el momento en que las vivieron, que el momento permanece en ellos. No todos los niños comparten el mismo entusiasmo sobre, digamos, su último examen de matemática, por ejemplo.

Entonces, cuando el recordatorio del próximo campo llegue a tu casilla de correo y las historias comiencen nuevamente, sólo recuerda que para los campistas, la llegada de cualquier cosa del campamento es como recibir una tarjeta postal del País del Nunca Jamás.

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5 raisons pour lesquelles les enfants parlent sans arrêt des camps d’été

Levez la main si cela vous est arrivé cette année — comme cela se passe chaque année à cette époque. Juste comme vous pensiez que vous en aviez enfin – ENFIN – fini avec ces histoires de camps d’été, les voilà qui reprennent. C’est peut-être à cause d’une vidéo, du bulletin du camp … même d’une invitation à une réunion du camp. Quoi qu’il en soit, c’était à propos du camp d’été pour vous rappeler que nous sommes à moitié chemin d’un autre été ; et là, vous entendez parler de ski nautique, de base-ball pour la … oh ! 27e fois. Et levez la main  si vous vous êtes demandé comment quelques semaines estivales peuvent avoir un effet si important sur vos enfants qu’ils en parlent encore en plein hiver comme si c’était seulement il y a quelques semaines. Ce n’est pas que ça vous ennuie. En fait, vous êtes bien contents que votre investissement dans un camp d’été ait été une bonne chose. Mais vous vous posez des questions. Eh bien, voici quelques petites choses à envisager.

1.) Au camp d’été, les participants passent tous les jours et toute la journée avec leurs amis. Avant de rétorquer qu’ils le font aussi à l’école, pensez à ceci :

Dans un camp d’été, les enfants non seulement passent la journée avec leurs mais ils interagissent avec eux. A bien y penser, l’interaction à l’école se limite surtout aux conversations dans les couloirs entre les cours, la récréation (pour les plus jeunes) et le repas du midi. Bien sûr, ils peuvent chuchoter entre eux en classe et risquer une punition mais en général, on ne les encourage pas à parler en classe alors que les enseignants présentent leur leçon (ce qui représente la majeure partie de la journée de classe). En comparaison, le camp d’été, c’est comme aller dormir chez un ami pendant plusieurs semaines et faire tous les jours quelque chose de spécial avec ses amis. Imbattable!

2.) Les enfants peuvent être eux-mêmes dans un camp d’été. Ce n’est pas qu’il n’y a pas de règles à suivre, non, mais celles-ci sont plutôt du genre à les mettre à l’aise.Elles sont bien plus souples que celles imposées par l’école et mêmes celles qui traitent de la bonne conduite lors de situations sociales sont un peu plus relâchées que celles qu’ils doivent respecter les dix autres mois de l’année. Par exemple, la plupart des restaurants (et leurs clients) n’ont pas particulièrement envie d’entendre des enfants chanter ou crier bravo en plein milieu des repas. Eh bien, la plupart des camps les y encourage.

3.) Les enfants apprennent à être indépendants lors d’un camp d’été. Cela ne veut pas dire qu’ils ne vous aiment pas, ni qu’ils ne vous adorent pas mais ils aiment bien faire des choses par eux-mêmes aussi. Ils sont très fiers d’avoir accompli quelque chose pour la première fois au camp (avec le soutien des autres enfants, des moniteurs et tout le personnel du camp aussi, bien sûr … mais dans leur tête, c’était eux seulement et c’est bien ainsi). Les voilà remplis de fierté de savoir qu’ils peuvent faire certaines choses sans l’aide de leur maman ou de leur papa.

4.) Le camp est un milieu jeune, dédié aux jeunes. Même le personnel est jeune d’esprit. Cela n’a l’air de rien mais pensez une minute au «vrai» monde, vu par un enfant. C’est un milieu où ils sont constamment surveillés par des adultes qui leur rappellent toutes les choses qu’ils pourront faire, une fois qu’ils seront devenus adultes. Alors qu’un camp d’été est un lieu où on leur fait plaisir et on leur rappelle que c’est chouette d’être un enfant.

5.) Les enfants tiennent compte du temps de façon différente lors d’un camp d’été. Mais oui vraiment ! Lorsque l’école recommence, le compte à rebours démarre lui aussi et les enfants comptent en «mois qui restent».

C’est un compte à rebours qui passe lentement et dont les enfants se trouvent à la traîne. Il y a encore du temps. Lorsque le camp d’été arrive, le compte à rebours commence aussi mais il se mesure en «semaines qui ont passé». Et là, les enfants sont en première ligne, c’est-à-dire qu’ils savent que leur temps au camp est limité. Dès leur arrivée, ils s’arrangent pour profiter de tous les instants, ce qui accroît l’intensité de leur expérience. C’est pour cela que les histoires du genre «C’est un truc du camp» ou encore «Tu n’étais pas là» que vous avez entendues maintes et maintes fois sont si précieuses pour vos enfants. Ils ont vécu des moments si forts qu’ils ne les oublieront jamais. Peu d’enfants partagent le même enthousiasme en ce qui concerne, disons, leur dernier examen de maths.

Donc, lorsque vous recevez une lettre ou un courriel de rappel du camp et que les histoires recommencent, souvenez-vous que pour un enfant, tout arrivage du camp équivaut à recevoir une carte postale du Pays des fées.

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参加STEM相关的夏令营活动的好处

STEM 是一个热门词–或者,更贴切地说,是一个缩写–流传使用在教育圈,可也许不是人们期望会从夏令营领域圈子中听到。STEM代表了科学(Science),科技(Technology),工程(Engineering)和数学 (Math),教育者们越来越要让学生们增加接触的四门课目,而夏令营如今也在想这么做。根据美国 夏令营协会(American Camp Association),STEM相关的活动在过去5年一直是最受欢迎的夏令营活动新增项目之一,而且有很好的理由。夏令营为宿营者们提供了一个另外的场地,用有乐趣的方式来学习。替换掉教室,取代的是户外,或专门用于个人培训而设计的场地设施,大幅度减少了班级大小,可以让宿营者通过相关的夏令营活动,在探索STEM的各领域采用更精细的,和动手的方式。根据《纽约每日新闻》 报(New York Daily News),在夏令营尤为受欢迎的纽约,平均班级大小是25个学生。一些学校的班级超过了30个学生。STEM相关的夏令营计划,例如,“自然”(Nature)、“火箭”(Rocketry)和“无线电”(Radio)通常每个活动时间段最多不超过12位宿营者。STEM相关的宿营计划越来越显示出是受到了宿营者们最大的欢迎。那么为什么孩子们踊跃报名参加教育的偏门计划?有一些可能的原因。

首先,夏令营提供了一个非正式、放松的环境。没有家庭作业。没有课程表。没有教课。没有规定完成时间。没有考试。

完全是一个“根据您感到舒适的水平参加”的环境。鼓励所有宿营者们在夏季参与至少一次STEM有关的活动。“自愿参加”的方式还让宿营者选择如何关注自己的兴趣。辅导员通常是他们所领队地区的大学生或教授,扮演的是辅助者。他们是在那里鼓励帮助宿营者们,另宿营者们的努力放在一次STEM相关活动的自己想要发展的某一个方面。

其次,夏令营的真正目的就是让宿营者玩得开心。所以不用说了,对营地活动的设计强调了乐趣,即便和上学时学生一般不太有热情的学科相关的活动也一样有趣。从那方面说,在“过夜”的夏令营进行的辅助教育活动不是为了与学生上课时的学习进行竞争或替换它,而是为了强化。

5 Things for Camp Parents to begin Thinking about in the Spring

March is here, which means spring is just around the corner. More importantly, summer is only a few months away, which means it’s time to begin checking off that annual camp preparation list. No doubt, the idea that it’s time to begin thinking about summer is a welcome respite for many following a winter that regularly included terms such as “polar vortex.” So whether you’re preparing your children for their first summer at camp, or are still thawing out after a frigid winter, here are five things to think about as the snow begins to melt, temperatures begin to rise and vegetation blooms:

1.)    Order camp clothes. Some camps feature catalogues and websites that cater to supply lists and sell logo merchandise. Although most camps do not require parents to order supplies and clothing from these catalogues, a few items are never a bad idea, particularly for children who intend to be part of sports teams. Also, camps sometimes require children to wear a specific colored logo shirt on certain occasions, such as out of camp trips. These clothing catalogs are the best resources for these items.

2.)    Start talking about camp. For returning campers, chances are that they’ve never completely stopped talking about it. It’s good, however, to begin preparing firsttime campers a few months ahead of camp so that they are not completely overwhelmed when departure time for camp actually arrives. For all campers – returning or not – it’s good to set some goals for the summer. Some parents find that their children are a step ahead of them when it comes to goal setting, while other campers need a bit of assistance with organizing their thoughts and prioritizing. Either way, it’s good to begin a dialogue now so that you and your children have time to think about expectations for the summer.

3.)    Begin stockpiling. Some parents actually pull out camp duffles and begin packing in the early spring while others just clear off a shelf in a closet and begin picking up basic supplies such as sunscreen, shampoo, and socks whenever they are out shopping. Gradually building a stockpile prevents that last minute scramble that inevitably ends in a phone call either from or to the camp about forgotten items.

4.)    Schedule pre-camp checkups. This is particularly crucial if your child’s pediatrician tends to be one that is perpetually booked and scheduling appointments a month or two into the future. Camps are safety focused, and it’s is very important that they understand each and every camper’s medical needs and limitations. For liability reasons, they also need medical and insurance information prior to being able to permit campers to participate in certain activities, such as out of camp trips. Also, be sure to talk to your child’s doctor about any medications that will be necessary for the summer.

5.)    Complete paperwork. Camps mail or make necessary forms available online to parents around this time of year. The forms may include information about trips, interests, goals, children’s personalities, etc. Although the purpose of the paperwork may not always be clear, camps put a lot of thought and consideration into the information they request parents to provide, and that information is crucial to facilitating a successful summer for campers. Since this task can seem daunting in the midst of those last minute preparations just before camp, it’s a good idea to set aside a block of time early in the spring to complete forms.

Beneficios De Los Programas CTIM De Campamento De Verano

CTIM es una expresión de moda—o más apropiadamente una sigla–que circula entre los círculos educativos pero podría no ser un término que uno podría esperar escuchar dentro de los círculos de campamentos de verano. CTIM significa ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, cuatro áreas temáticas en las cuales los educadores  se esfuerzan cada vez más por dar a los estudiantes una exposición adicional y los campamentos de verano se han subido al carro. Según la American Camp Association (Asociación Americana de Campamentos), las actividades relacionadas con CTIM han estado entre los incorporaciones más populares a los programas de campamentos de verano durante los últimos cinco años y por una buena razón. El campamento de verano provee a los campistas con un lugar alternativo para aprender de manera divertida. Los salones de clase son reemplazados por lugares al aire libre e instalaciones diseñadas exclusivamente para programas individuales  y el tamaño de la clase es vastamente reducido,  permitiendo a los campistas ser capaces de involucrarse más directamente en la exploración de áreas relacionadas con CTIM a través de actividades en el campamento. Según el periódico New York Daily News, el tamaño promedio de la clase en Nueva York, un lugar donde el campamento de verano es particularmente popular, es de  25 estudiantes. En algunas escuelas, el tamaño de las clases exceden los  30 estudiantes. Los programas de campamento relacionados con CTIM como Naturaleza, Ingeniería Espacial y Radio, a menudo son limitados a menos de una docena de campistas por período de actividad. Los programas relacionados con CTIM están demostrando estar, de manera creciente, entre los más populares entre los campistas. Entonces ¿por qué  los niños se anotan en programas de nichos educativos? Probablemente hay varias razones.

Primero, el campamento de verano provee un marco tranquilo e informal. No hay tarea para el hogar. No hay programa de estudios. No hay conferencias. No hay plazos de entrega. No hay

exámenes. Es un ambiente completamente tipo ‘participa al nivel de tu agrado”. Se incentiva a todos los campistas a probar los programas de CTIM como mínimo una vez durante el verano pero algunos encuentran un nuevo interés o entusiasmo y regresan varias veces. El enfoque “participa como prefieras” también permite a los campistas elegir cómo enfocar sus intereses. Los consejeros, a menudo licenciados universitarios o profesionales en el área que dirigen, son facilitadores. Están allí para incentivar y asistir a los campistas a canalizar sus esfuerzos en algún aspecto particular de una actividad CTIM si así lo desean.

Segundo, el objetivo principal de un campamento de verano es que los campistas se diviertan. Entonces, no es necesario decir que las actividades del campamento están diseñadas para enfatizar la diversión, aún aquellas relacionadas con áreas temáticas donde los estudiantes son tradicionalmente menos entusiastas durante el año escolar. A ese respecto, los programas educativos en  los campamentos de uno o dos meses no tienen la intención ni de competir ni de reemplazar al aprendizaje que se realiza durante el año escolar, sino de  reforzarlo.

Tercero: hay una mezcla saludable de actividad. A diferencia de un entorno escolar donde los estudiantes se mueven a través de materias a lo largo del día típicamente en un ambiente de estudios, como mínimo la mitad del día de un campamento de verano tradicional, los campistas lo pasan al aire libre,  al tiempo que toman parte en deportes y actividades acuáticas. Muchos campamentos también incorporan un determinado tiempo para descansar en su día de programa para dar a los campistas y al plantel la oportunidad de recargarse. Entonces, esas actividades de programa que podrían ser percibidas como educativas, están mezcladas con dosis saludables de actividad física y relajación. Esto permite a los campistas un tiempo y espacio adecuados para procesar tanto las actividades en las que participan durante el día como para enfrentar futuras actividades con la mente fresca.

Aunque los programas CTIM tradicionales de campamento de verano no tienen la intención de reemplazar aquellos que se dictan en las escuelas, pueden ser en última instancia igualmente atribuibles para ser fuente de inspiración a futuros científicos, tecnólogos, ingenieros o matemáticos al incentivar a que los campistas exploren esos temas en formas y en un nivel en el que ellos no lo harían durante el año escolar. A algunos campistas se les puede despertar un nuevo interés en estas áreas temáticas y asumir así un nuevo entusiasmo en la escuela, haciendo que los  programas de campamento de verano relacionados con CTIM sean un agregado invalorable a su lista de programas.

Camp Pets

Experts unanimously agree that there are benefits to pet ownership for children. In addition to teaching them responsibility, pets also entertain children, keep them active, alleviate stress and teach them about life. For some families, however, busy lifestyles make pet ownership impractical and even unrealistic. Enter another little known benefit of summer camp: summer pets. Many camp nature, exploration, and eco-science programs include an animal or two. Some camps even have extensive equestrian programs with camp-owned or leased horses and ponies. Because of allergies, camps tend to shy away from common household pets such as cats and dogs. Rather, animals with naturally reserved demeanors that are easy to handle like reptiles, rabbits, turtles and guinea pigs are preferable when it comes to camp pets. As a result, even campers who have pets at home get the opportunity to handle, care for and observe – to their comfort level – animals they may not frequently encounter. Those campers who do not have pets at home get to experience the joy of pet ownership and all of the benefits of it while those campers who do have pets at home tend to miss them less when their camp has animals. Camp pets sometimes double as mascots and campers come to view them as part of their camp. Best of all, everyone at summer camp, regardless of whether they have pets at home or not, has the opportunity to have a pet for at least a few weeks each year.

Waterfront Memories

The guest blog this week was originally posted to the Camp Starlight blog on March 4, 2014. We’ve decided to feature it on the AFSC blog because it pays apt tribute to one of the most important areas of any summer camp–the Waterfront.

Close your eyes and try to imagine your favorite spot on campus. Most campers are probably visualizing the Starlight waterfront. Someone who is not so familiar with camp may ask, “What’s so special about the waterfront?” Well, with so many fun, different activities to cool you off, how could you not imagine such a magical spot on campus?

The lake at camp isn’t just a place to play in the sand, water toys such as trampolines, rock-its,and swings are extremely popular during “Free-swim” periods.  Waterskiing and wakeboarding are other waterfront favorites. There is something about being on the boat with your bunkmates and cheering each other on that makes everyone smile. Kayaking and Canoeing aren’t just about paddling around, they’re about going on adventures to places on the lake you can’t reach by just swimming.

The waterfront doesn’t shut down after activity periods are over; plenty of evening activities take place here too, with events like themed pool parties and synchronized swimming. As soon as counselors mention tubing as an evening activity, almost every child goes crazy with excitement.

Many memories are made on the waterfront at camp. Traditional campfires take place next to the waterfront, which makes for a peaceful and beautiful time with campers.  Friday Night Services, weather permitting, sometimes take place overlooking the lake. This is a time for the entire camp to come together, appreciate and reflect on the week in the midst of the background of the beautiful sunset on the lake.

The Starlight waterfront is a place where you can be sure to see children having a great time, laughing and enjoying their time with friends. Whether it’s an all-camp swim, or a divisional activity, there is always fun to be had, and memories to be made!

Be Better

The Sochi Olympics took place last month, and even though the athletes competed on snow and ice, the games were surprisingly reminiscent of summer camp, particularly from a staff perspective. Many athletes were there for the first time. Some, however, were competing in their second, third, or even fifth Olympic games. Each summer at camp, likewise, attracts many fresh staff faces – eager but not quite sure what to expect – and returning staff who are back to lead the way and improve upon their past performances, even if those performances were already gold medal caliber. Oddly, a lot of camp blogs and articles address the qualities and expectations of new camp staff, but few address those of returners. How do staff approach camp if it is their second, third, fifth, or even tenth summer? The answer most veteran camp staff provide is that they intend to be better. Even great summers, in retrospect, have room for improvement. Like campers, returning staff always arrive with an agenda and, like athletes, always strive for that perfect 10 summer. Every summer is an Olympic year for camp staff.

Many returners actually begin goal setting for the following summer before the current summer ends. Some simply visualize areas in which they could be better while others actually comprise a physical list. Veteran staff members learn, over the course of several summers, that there is a maturation process to working at camp. Because camp tends to be such a microcosmic environment in which staff wear many hats, it’s almost impossible not to develop multiple perspectives of camp and how it can be made even better. Like athletes, veteran camp staff know that there is always room for improvement. Even the smallest of adjustments can elevate a summer from excellent to outstanding. In part, that is what draws returning staff members back year after year.

Regardless of whether each summer begins with a written or mental list of goals, it ends the same for all returning staff – with careful evaluation of their own performance. The desire to be better is a unique quality of returning camp staff, and a quality that makes them very appealing as job candidates. The enthusiasm of happy campers is infectious. Mediocrity is simply not an option when making campers happy. Returning camp staff are so willing to dedicate themselves to the task of creating gold medal summers that they come back year after year, physically and mentally ready to take on old challenges as well as new ones. At camp,  they eat, breathe, sleep and live what they’ve been envisioning since the end of the previous summer in their quest to simply be better at something they love.

There’s No Such Thing as Too Much (or Too Many)…

Camp is definitely an “all-in” environment. There is very little that is considered too extreme when it comes to demonstrating enthusiasm, wackiness, even fun. No one ever wants to “kind of” do something at camp. Camp is all about going big before you go home. In that vein, it’s time for a list of things of which there is no such thing as too much (or too many) at camp:

There No Such Thing as Too Much (or Too Many)…

Laughing. Seriously, you can’t laugh too much at camp. It’s impossible. Whether it’s over an inside joke with your bunkmates or cabin mates or at one of your favorite counselors doing something goofy on stage in front of the whole camp, laughter is a camp constant.

Cheering. At camp, you do it at sporting events, while watching a fellow camper dive into a whipped cream pie,
while watching staff members wrestling each other in Jello, while showing team spirit, as a show of divisional or camp unity, to making meals more fun, even when your favorite dessert is rolled out. Cheering is just something you do at camp…pretty much all of the time.

Singing. Like cheering, singing is okay pretty much everywhere at camp. At some camps, it’s how you say good morning and goodnight. It’s what you do when thewhole camp is together. It spices up meals and campfires. Most camps even have their own songs. And there is always that one song every summer that practically every camper and staff member finds themselves humming or singing at least once every day.

Spirit. Speaking of spirit, it goes way beyond showing support for a team at summer camp. Camp spirit is all about demonstrating why your camp is the best camp—all day, every day. Every camper and staff member comes to camp prepared with sufficient clothing in camp colors. It is perfectly acceptable to paint your entire body camp colors in a show of spirit, and temporary tattoos with the camp logo or colors are pretty much standard at every camp activity.

Sun. Sure, rain happens sometimes and, when it does, campers and staff alike deal with it. But sun is the ideal setting for fun at camp, and you can never get too much of it. Sure, indulging involves lots of sunscreen, but anyone who has ever spent a lazy afternoon lying in the grass while chatting with camp friends knows that life doesn’t get much better.

Camp. That’s right. It’s pretty much a unanimous consensus at camp that there is no such thing as too much camp. That’s why most campers and staff members drive those around them nuts with camp stories during the 10 months when we can’t be there. Most campers and staff agree that life would be so much cooler if “10 for 2” was actually “2 for 10.”

Siblings at Camp

The guest blog this week was originally posted to the Camp Starlight blog on February 11, 2014.

Chances are, they spend the majority of their time bickering over who gets to be in control of the remote, or, while traveling on your family vacation, you constantly hear the infamous “Mom, he/she won’t stop staring at me!” It’s no secret that siblings can get on each other’s nerves while spending 24/7 living under the same roof, but while at camp something about their attitudes changes.

Siblings take a few minutes out of their day, whether it is at the flagpole during line up or after dinner at free play, just to chat and catch each other up.  At first it’s about new friends, counselors, and which Wayne County teams they have made. As the summer progresses, conversations get a little more personal as they fill each other in on how well they did at their favorite activity or share new jokes and stories they’ve heard.  These interactions between siblings almost always end with a hug until they see each other at the next all camp activity.

Summer camp is a place that siblings transform rivalry into a different kind of relationship. They cheer each other on and proudly exclaim, “That’s my brother/sister!” Camp has a distinct set of memories different from those they share with their parents. At camp, there are traditions and values which children learn to appreciate at a young age. Having a sibling to share traditions and values makes them even more special. The thrill of seeing each other experience camp firsts and pass camp milestones also helps siblings learn to appreciate each other as individuals.

Summer camp is special to each child and being able to give your children that special bond that summer camp gives them is a great feeling for you too.